- Advertisement -
La Promesa

El plan de fuga de Martina y Curro en ‘La Promesa’ después de su reencuentro

El plan de fuga de Martina y Curro en ‘La Promesa’ después de su reencuentro

Ricardo ha anunciado una drástica decisión durante el capítulo de este lunes de la ficción de La 1 de TVE, y Catalina ha invitado a Adriano a la cena en honor a Manuel

Foto: Curro ha acudido al sanatorio de Martina, en el episodio de este lunes de 'La Promesa'. (RTVE)
Los espectadores de La Promesa llevaban tiempo esperando a que sucediesen hasta tres grandes encuentros que se han producido, casi al mismo tiempo, en el capítulo de este lunes de la ficción de La 1 de Televisión Española, emitido a las 17:30 horas. Por una parte, Curro se las ha ingeniado para acudir al rescate de Martina en el sanatorio. Y, por otra, Catalina también ha medido la forma de hacer rabiar a Cruz con su presencia y la de Adriano.
Pero los espectadores también han podido ponerle cara, finalmente, a la duquesa de Carril, la madre de Vera. El episodio del melodrama protagonizado por Ana Garcés, Arturo García Sancho y Eva Martín, entre otros intérpretes, ha comenzado cuando las invitadas de Margarita estaban sentadas en la mesa. La madre de Martina se ha retirado un momento para preguntarle a Salvador por qué había cinco invitadas en el salón, en lugar de cuatro.
Margarita ha asegurado que ella no había invitado a doña Amalia, la duquesa de Carril, y el lacayo ha consolado a la anfitriona con que investigaría por qué esa señora había acudido. Poco rato después, Vera ha asistido como camarera, para servir los dulces, y su visión ha provocado que a doña Amalia se le cayese el café encima. La mujer se ha levantado excusándose, y ha perseguido a la doncella, que pretendía huir de aquella situación.
Amalia la ha frenado, y le ha dado un bofetón a su hija. “¿Se puede saber qué haces vestida de criada?”, ha preguntado la señora, reprochándole a Vera que desapareciese sin dejar rastro. Vera le ha contestado que podía quitarle el uniforme a bofetones, si quería. “Llegamos a darte por muerta”, ha añadido la de Carril. Vera le ha sugerido que podía seguir haciéndose a la idea de aquello, y que ahora era más feliz que nunca.

Drástica decisión de Ricardo

Ricardo no ha encontrado explicación a la presencia de la duquesa de Carril, y Santos ha aparecido para ayudar a Salvador y él. El joven hijo ha asegurado que en aquella lista había cinco nombres, y ha propuesto coger de la papelera el listado para cerciorarse, pero Ricardo ha comentado que se vaciaban cada noche. Santos ha querido echar balones fuera, eludiendo al inestable momento que atravesaba Margarita por el internamiento de Martina, y achacándole la culpa a ella.

Pellicer ha expresado su sentimiento de culpa a Rómulo, por haber tenido el listado de invitadas en sus manos y ni siquiera haberlo mirado, cuando Santos se la pidió. El mayordomo ha malpensado que Petra podría haber urdido todo aquello, para que él quedase en ridículo y vengarse de lo ocurrido con Jana y María Fernández. El asunto podría convertirse en una bola de nieve, si Santos no confiesa pronto su culpabilidad.

La duquesa de Carril, a Vera: “Llegamos a darte por muerta”

Rómulo ha convocado a Ricardo y Petra a su despacho, y les ha amonestado por su falta de coordinación. La señora Arcos ha asegurado que no tuvo nada que ver con la falsa invitación a la duquesa, y ha insultado a Ricardo, diciéndole que se fuese a tomar viento. Pellicer ha contestado que no descartaba hacerlo: “Estoy dispuesto a abandonar mi puesto de trabajo”, ha proclamado el mayordomo, si Petra no cambiaba de actitud. ¿Se marchará Ricardo de La Promesa?

Catalina enciende la chispa

Por su parte, Curro ha avisado a Manuel de que iría a socorrer a Martina. El hermano de Catalina ha querido acompañar a su primo, pero Curro ha preferido ir solo. “Aunque no me acompañes, puedes ayudarme”, ha solicitado el joven, pidiendo que cubriese sus espaldas frente a las preguntas de la familia.

En el hangar, Catalina ha comentado a Adriano que pretendía volver al palacio para celebrar con una cena el regreso de Manuel y Curro. El labriego ha bromeado con que esperaba que diesen de comer aparte a su madrastra, pero la chica iba muy en serio cuando le ha pedido que le acompañase. El campesino ha encontrado que él no tenía cabida en su familia, pero finalmente, su amante le ha llegado a convencer.

Adriano ha aparecido en el hangar después, vestido con un humilde traje. La hija de Alonso parecía decepcionada con el atuendo del chico, y él ha querido retrotraerse de su decisión de acompañarla. Ella, sin embargo, le ha asegurado que le hacía feliz que viniese.

En la cena, Manuel ha excusado a Curro, que se ausentaba del evento en su honor por encontrarse indispuesto. Cruz ha preguntado por qué había, entonces, un cubierto de más sobre la mesa, y Catalina, que ha aparecido por la puerta, ha anunciado que era para su acompañante, don Adriano García Pardo. El labriego ha aparecido con un traje mucho más lustroso que el anterior, pero aun así, todos los comensales se han quedado a cuadros con su presencia, algunos con incredulidad, como Cruz e Ignacio, y otros con sumo disfrute, como Manuel, Alonso o Margarita. ¿Saldrá Adriano escaldado de esa cena? ¿Aguantará las excentricidades de la familia de Catalina, y especialmente, de Cruz?

Curro encuentra a Martina

Martina paseaba con Juana en el sanatorio, con una estrategia secreta. La compañera seguía delirando que ella misma era Martina, y que paseaba con Curro por los jardines del Retiro. Martina le seguía la corriente, y ha buscado la parte sur del jardín de la institución, donde Curro le citaba en su carta.

Curro no ha tardado en aparecer en uno de los bancos del jardín. Martina no podía creer que el chico estaba a su lado, en carne y hueso, pero le ha avisado que si escapaba, la meterían en la cárcel por intento de asesinato. Curro ha pensado que ya verían lo que harían cuando saliesen de allí. ¿Se irán a otra parte que no sea La Promesa?

En su fuga, Martina ha prometido que ella no tuvo nada que ver con el envenenamiento. Curro le ha creído, y ella le ha pedido que no se marchase nunca más. También ha lamentado haberse portado “como una mimada”, y el chico la ha consolado con un abrazo, diciéndole que no sería para tanto, lo que ha hecho sonreír a su enamorada. Con esto, se han mirado a los ojos y se han besado, hasta que han escuchado silbatos de búsqueda del sanatorio. ¿Podrán escapar de allí?

Source: https://edition.cnn.com/
Back to top button
error: Content is protected !!

Adblock Detected

DISABLE ADBLOCK TO VIEW THIS CONTENT!