La Promesa: María Antonia y Sus Celos, Observados por un Personaje Clave
La Promesa: María Antonia y Sus Celos, Observados por un Personaje Clave
En el episodio de este martes de la serie de La 1 de TVE, Catalina ha explicado por qué se encerró en el hangar, y Santos ha pasado a organizar la pequeña fiesta de Margarita
La fiesta de Margarita
Por su parte, Martina se ha mostrado más dispuesta a transigir los medievales tratamientos por los que le estaban haciendo pasar en el sanatorio. Sin duda, la carta de Curro le había inyectado una gran dosis de esperanza a la chica. Lo que la enfermera a su cargo no sabe es que la joven no llega a tragarse la medicación que le ha dado, pues la ha escupido después sobre un pañuelo.
En el palacio, Margarita ha contado a Ayala que deseaba distraerse con sus amistades, organizando una merienda al día siguiente. La señora ha pedido a Santos que Ricardo se ocupase de convocarles, y le ha pasado un listado de nombres. Ante el cúmulo de trabajo que el padre tenía, el hijo le ha sugerido ocuparse él de contactar con todas aquellas personas. Ricardo ha agradecido a Santos la buena disposición que mostraba últimamente, pero sin dudas, el lacayo tramaba algo.
La petición de Alonso
En otro orden, Lorenzo le ha propuesto a Alonso brindar por María Antonia, pues gracias a ella, Cruz no había perdido la cabeza. El capitán De la Mata se ha atrevido a pensar que seguro que la mujer hizo muy feliz a su marido, y ha jugueteado con la paciencia del marqués, preguntándose qué hubiera sucedido si hubiese conocido a María Antonia antes que a Cruz. El ofendido Alonso ha asegurado que estaba felizmente casado con la marquesa, y Lorenzo ha reído que aquel matrimonio no lo calificaría de feliz. El serio patriarca ha establecido que lo importante era saber superar las malas rachas, y Cruz y él seguirían adelante.
Alonso ha decidido acompañar a la enfurruñada Cruz a su cuarto
Poco después, Alonso repasaba mentalmente la conversación con su cuñado, cuando María Antonia ha llegado a almorzar. El marqués ha preguntado a su amiga si le había contado a Lorenzo algo de lo que había pasado entre ellos, pero ella lo ha negado. “Mi cuñado no dispara sin bala, lo conozco muy bien”, ha reflexionado Alonso, oliéndose que Lorenzo no hablaba por hablar, y que tenía jugosa información en su poder.
“Llevas semanas complicando mi vida”, ha comentado el marqués, que ha sacado a relucir qué hacía ella allí: “ahora que Manuel ha vuelto, Cruz no te necesita”. María Antonia ha preguntado a su amado si estaba insinuando que le echaba del palacio, y Alonso ha contestado que estaba hablando muy claro: esperaba que se marchase por su propio pie. Una lágrima ha caído por la mejilla de la mujer, asumiendo lo que el marqués le pedía.
Los celos de María Antonia
Después de la cena, Cruz ha expresado lo feliz que estaba de que la familia estuviese reunida. Margarita ha explicado que echaba mucho de menos a Martina, algo que la marquesa ha puesto en duda, y ha comentado sus planes de invitar a amigas al día siguiente. Tras escuchar quiénes eran las invitadas, Cruz se ha indignado, pues eran unas “chismosas”, o le habían dado calabazas en sus recepciones.
Alonso ha decidido acompañar a la enfurruñada Cruz a su cuarto, y Margarita ha comentado frente a María Antonia la buena sintonía que habían alcanzado los marqueses. “¿O acaso te molesta?”, ha percibido la madre de Martina, que había observado la envidia de la invitada: “Verlos tan acaramelados te da celos, ¿o es que acaso me lo vas a negar?”. ¿Se sincerará María Antonia con Margarita? ¿Cómo ha intuido los sentimientos de su compañera?